Asterix, que grande e inmortal en el comic, pero que pequeño y perecedero en las versiones cinematográficas recientes. Pero gracias a Tutatis el nivel de las cintas clásicas de animación se ha recuperado para nuestro goce.
La Residencia de los Dioses es brillante animación con guiños notables al comic, peleas continuas, cazas alocadas de jabalíes, rifirrafes con martillos y pescados malolientes, terrores legionarios con sudores fríos, bardos artistas con incomprendidos dones melódicos… Señas que han hecho de Asterix y toda su aldea, un mundo imperdible y eterno. Una auténtica fiesta para el fan lector de los tebeos, a pesar de la notable ausencia pirata.
Pero a todas estas positivas notas, hay que añadirle el corrosivo tono político capitalista con su crítica correspondiente que engloba la historia. Una crítica enorme a las insaludables costumbres occidentales con cierto aroma marxista liberal. Pura animación político contemporánea.
Por otro lado, las notables películas animadas de antaño (desde Asterix el Galo hasta Las Doce Pruebas) no pierden en su atractivo nostálgico; y es que el uso del 3d, el ritmo de la cinta excesivamente precipitado, y la artificialidad de los personajes (parecen de goma) dan lugar a que la presente obra esté un escalón mas abajo de las clásicas. El excesivo modernismo no le sienta del todo bien a los irreductibles galos.

A destacar: Los homenajes a King Kong y El Señor de los Anillos.
A olvidar: La voz de doblaje de Asterix.