Seth MacFarlane es un hombre al que he comenzado a admirar.
Después de haberse llenado los bolsillos con productos como Family guy o American Dad, recientemente se ha puesto a hacer lo que realmente le gusta, ciencia (el fantástico reboot de Cosmos) y ciencia ficción (la propia The Orville).

The Orville es, a mi modo de ver, su proyecto más personal: una serie de Star Trek que pudiera protagonizar el mismo como capitán.
Algo muy parecido lo hizo Nicolas Cage cuando produjo el Motorista Fantasma, y así cumplir su sueño de protagonizar el papel de un superheroe.

Analizando la serie podemos ver que no se han roto la cabeza, la mayoría de personajes están sacados de Star Trek (concretamente de La Nueva Generación, que debe ser la favorita de MacFarlane), así tenemos un androide similar a Data, una suerte de Klingom asexual, a la mismísima doctora Pulaski del Enterprise, pero esta vez de piel oscura y con otro nombre, etc, etc, etc.

La calidad del producto es bastante decente, da entretenimiento sin pretensiones a los fanáticos de las series clásicas de Star Trek, con los mismos desarrollos argumentales, los mismos planteamientos y algunos chistes para darle sal a la cosa.

En definitiva, una buenísima alternativa para aquellos a los que Star Trek Discovery no les ha gustado por alejarse demasiado de las series clásicas.