Después de leer varias criticas e interpretaciones, no me parece esta una película asfixiante, ni agónica,ni emotiva, mas bien todo lo contrario, es reflexiva, fría, castigada, traumatizada y distante, tan castigada y distante como la mirada de Saul. Su manera de sobrevivir, es precisamente su distanciamiento de lo que le rodea, su aislamiento es en mi opinión en lo que trata de introducirnos el director y mas aun acentuado con la cámara en mano y el fuera de foco. Todo se intuye, todo se escucha de fondo, los gritos, los cuerpos, no vemos nada, al igual que ya no lo ve Saul, el no quiere ver nada mas, la agonía de los demás forma parte de su rutina diaria. Un mal paso, un mal gesto, precipitara lo inevitable. Ya están todo muertos. Es la “indefensión aprendida". En medio de todo este estado de nirvana de la muerte, un niño, una señal, un objetivo