Cita del propio Roland Emmerich, que aquí le viene al dedillo.
La verdad es que 10.000 BC (gilipollas el que lo "tradujo") era una promesa interesante: aprovechar los efectos especiales de a hoy día para ofrecer una visión de la prehistoria. Sin embargo, la cosa se ha quedado en nada, en una historia irregular y cien por cien al uso, repleta de auto-seriedad y epicidad infantil.
Tenemos mamuts, tigres de dientes de sable y aves del terror, paradigmas para representar una prehistoria adrenalínica. ¿Algo más? Pues una historia de profecías, aventuras, violencia y magia que podría haber sido interesante pero se estanca en un tonto juego de recreo. La verdad es que a mí me da iguál que diez milenios antes de Cristo no hubiera pirámides ni barcos, al menos si se aprovecha bien, y está claro que aquí hay una metáfora: un viaje a través del tiempo por parte de los protagonistas. Sin embargo, todo está llevado sin la menor inteligencia. Eso es lo que le falta a esta película: inteligencia, y no base científica. Lo que le falta a todas las películas de Roland Emmerich desde "Stargate". Y normalmente las películas de este señor suelen tener un poco de humor, pero aquí ni siquiera tenemos eso.

Una historia lineal de causa-efecto, unos grandiosos efectos especiales, una gran cantidad de dinero y un nombre desperdiciados. Algún día tendremos otra mejor.