Yo voy a aprobarla. La peli no está mal. Es entretenida. Tiene acción, aventura, ciencia ficción, unos toquecitos de intención filosófica o religiosa y unas infulillas de cultura, un poco descolorida por el solazo que hay en esos desiertos, pero que le da su adobo y su saborcillo. Se pasa el rato.

A mi esas películas de cacharrazos y mamporros con sus “croc-poing,bum,aggg,wuaca y zas-en-toda-la-boca” no me van mucho, pero si es un tío guapazo, como el Denzel y, además, desde el principio, ves que es indestructible y que solo van a cobrar los malotes, pues te relajas. Y lo pasas bien. Y es una película curiosa también. Eso de andar por un vertedero gigante y la gente rebuscando objetos de todo tipo y matándose por trastos a los que ahora no hacemos ni caso, me mola. Yo no sé si le pasará a más gente, pero yo todavía tengo ese instinto rebuscador, chamarilero y chatarrero, con el que, de pequeña, exploraba los cajones, las calles, los alrededores de mi casa, las arenas de la playa o los caminos del pueblo. Ya. Ya sé que estoy frivolizando. Pero entre tanta película “jeremiaca”, tanta historia apocalíptica y tanto fin del mundo pavoroso como nos están invadiendo y aterrando la cartelera últimamente, que no sabes si vas a sobrevivir al fin de la película o se va a desmoronar la sala en tus narices, ésta es llevadera y suavecita. Vamos, que lo más perturbador de ella es Denzel W. que cada día que pasa está más estupendo el tío...