Click here to copy URL
Estepario rating:
8
Drama The sheer audacity of My Dinner with Andre drew throngs of curious filmgoers who made the film the most talked-about art-house hit of 1981. After all, who'd ever heard of a movie consisting of nearly two hours of nonstop dinner conversation? Ah... but this isn't just any conversation--it's the kind of mesmerizing, soul-searching, life-affirming exploration that we feel privileged to listen to, and with unobtrusive style, director Louis ... [+]
Language of the review:
  • es
February 3, 2013
2 of 5 users found this review helpful
Un restaurante. Una mesa. Dos sillas. Utensilios. Y dos cerebros. Sí, dos cerebros.

Y es que cuando la historia es buena, los decorados sobran. Si el libro bueno, ¿Importa si lo leo en la biblioteca, el mi casa, en el parque, en la playa? ¿Y el sillón, la silla, la cama, el suelo? Los buenos libros se leen solos: su atmósfera te atrapa y te hace olvidar de las vicisitudes de la propia vida; te sumerge en un sueño, un sueño en el que estás despierto y en el que podrás recordarlo todo. Esa es su maravilla.

Malle filmó un gran libro. Un gran libro de palabras, donde las imágenes a nuestro alrededor no son más que el decorado de nuestro lugar de lectura. Con dos personas, dos cerebros, construye una discusión entre dos formas distintas de ver la vida: la una, la convencional, la otra, la atrevida, la desafiante, la inconexa, que busca más allá de lo explícito y pretende adentrarse donde se rehúsa por miedo. Las palabras entonces se construyen, dialogan, se despliegan, y pegan como un fuerte martillazo. El cerebro recibe y reflexiona. La acción se consume y disfruta. Y con ninguna explosión de fondo.

¿Qué somos sino? Seres racionales. Capaces de analizar las cosas. La palabra es nuestro modo de transmitirla. Pero no es perfecta. ¿André? ¿Wally? No, no se trata de tomar posturas. Se trata de mirarlas y ver que las hay. Que la vida puede concebirse de muchas formas, y que cada una de ellas no es más un molde de nuestras experiencias. ¿Y si nuestras experiencias son distintas, como podemos coincidir en todo? Y sin embargo.

Entre tantas cenas y cenas, André, debo darte las gracias por acompañarme. El placer está en el cerebro, y el mismo se excita cuando se lo hace trabajar. André, gracias. Malle, tú también. Seremos pocos, pero estamos. Estamos para aguardar la próxima cena. Quién dice, quizás en otra cena aparezca otro André. Gustoso iré.


Sí, Sócrates, hubiera sido tu película favorita.


"Cuando por fin llegué, Debby ya había llegado de trabajar. Le conté toda mi cena con André".
Estepario
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow