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Seriefilia rating:
6
2017
Baran bo Odar (Creator), Jantje Friese (Creator) ...
7.6
28,722
Language of the review:
- es
August 10, 2020
23 of 35 users found this review helpful
Acabo de terminar la tercera temporada. Qué sensación más amarga y, por qué no decirlo, de pérdida de tiempo.
Cuesta engancharse a la serie. Tras los primeros capítulos, si uno es capaz de sobreponerse al ritmo lento, muy lento, a la musiquita de fondo chirriante, la voz en off que no dice nada y, en general, a la confusión, te animas a seguir porque a mitad de la temporada por fin algo empieza a tener sentido y te enganchas a las complicadas relaciones (genealógicas) de los personajes que convergen en Widen a lo largo de distintas épocas, manteniéndose la tensión durante la segunda temporada con un excelente capítulo final.
No alcanzo a entender qué ha sucedido en la tercera temporada, pero creo que se llama morir de éxito.
El rimo tedioso termina alcanzando a los personajes. La parsimonia con la que reaccionan ante cada acontecimiento es exasperante. En las anteriores temporadas al menos se enfadaban, se angustiaban, mostraban perplejidad ante acontecimientos inexplicables, pero es que ahora parece maniquíes estreñidos, lo que unido al sonido de fondo, esas reverberaciones, a una trama cada vez más incompresible a medida que se suceden los capítulos, hacen que terminar la tercera temporada resulte un esfuerzo que solo se supera dándole al botón de adelantar cada cierto tiempo (yo no soportaba ya la versión lenta de la canción de turno hacia el minuto 50 de cada capítulo).
Y si la trama ya estaba asumiblemente enredada, en la tercera temporada se asiste a un sinsentido que se tolera por pura curiosidad para llegar a una explicación simplona, aunque aceptable, y una solución decepcionante.
Sí, excelente fotografía, buena construcción de los personajes, buenas interpretaciones – los actores hacen lo que les piden y si toca parecer un ser inanimado, pues se hace – y un argumento en principio aceptable dentro de los límites de la ciencia ficción, motivos suficientes para ver la primera y segunda temporada, pero no para la excesiva valoración de crítica y público, llegando a ser catalogada como la mejor serie de NETFLIX cuando en la plataforma hay series como, por ejemplo, Kalifat.
Para buena película sobre paradojas temporales, Primer. Sobre la famosa teoría del gato de Schrodinger, que por fin cuelan en un capítulo de la tercera temporada explicándonoslo con dibujitos y todo, Coherence, y sobre la paradoja del hijo que es mi padre, Predestination.
¡NO LEER SPOILER SI NO HABÉIS VISTO EL FINAL!
Cuesta engancharse a la serie. Tras los primeros capítulos, si uno es capaz de sobreponerse al ritmo lento, muy lento, a la musiquita de fondo chirriante, la voz en off que no dice nada y, en general, a la confusión, te animas a seguir porque a mitad de la temporada por fin algo empieza a tener sentido y te enganchas a las complicadas relaciones (genealógicas) de los personajes que convergen en Widen a lo largo de distintas épocas, manteniéndose la tensión durante la segunda temporada con un excelente capítulo final.
No alcanzo a entender qué ha sucedido en la tercera temporada, pero creo que se llama morir de éxito.
El rimo tedioso termina alcanzando a los personajes. La parsimonia con la que reaccionan ante cada acontecimiento es exasperante. En las anteriores temporadas al menos se enfadaban, se angustiaban, mostraban perplejidad ante acontecimientos inexplicables, pero es que ahora parece maniquíes estreñidos, lo que unido al sonido de fondo, esas reverberaciones, a una trama cada vez más incompresible a medida que se suceden los capítulos, hacen que terminar la tercera temporada resulte un esfuerzo que solo se supera dándole al botón de adelantar cada cierto tiempo (yo no soportaba ya la versión lenta de la canción de turno hacia el minuto 50 de cada capítulo).
Y si la trama ya estaba asumiblemente enredada, en la tercera temporada se asiste a un sinsentido que se tolera por pura curiosidad para llegar a una explicación simplona, aunque aceptable, y una solución decepcionante.
Sí, excelente fotografía, buena construcción de los personajes, buenas interpretaciones – los actores hacen lo que les piden y si toca parecer un ser inanimado, pues se hace – y un argumento en principio aceptable dentro de los límites de la ciencia ficción, motivos suficientes para ver la primera y segunda temporada, pero no para la excesiva valoración de crítica y público, llegando a ser catalogada como la mejor serie de NETFLIX cuando en la plataforma hay series como, por ejemplo, Kalifat.
Para buena película sobre paradojas temporales, Primer. Sobre la famosa teoría del gato de Schrodinger, que por fin cuelan en un capítulo de la tercera temporada explicándonoslo con dibujitos y todo, Coherence, y sobre la paradoja del hijo que es mi padre, Predestination.
¡NO LEER SPOILER SI NO HABÉIS VISTO EL FINAL!
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
A ver, toda la tercera temporada es un rollo infumable de principio a fin y aunque la explicación de lo sucedido no está mal, deja tantos cabos sueltos que parece desarrollada y ejecutada aprisa, sin ganas, como si diera igual lo que nos van dar porque, total, ya nos tienen ganados.
Pero, por destacar algo, ¿en serio que para resolverlo todo basta con ir al pasado de la dimensión origen, evitar la muerte de la familia del relojero, supongo que también profesor de física porque para eso nos da la clase sobre el pobre gato que muere envenado en una caja o no, y ya está?
Que digo yo, que si el buen hombre está tan obsesionado con estas cosas de los viajes en el tiempo puede volver a intentarlo en un futuro ante otra posible desgracia así que, ¿no sería más fácil explicarle directamente las terribles consecuencias de jugar a ser Dios? Este final, pensado sobre la marcha mientras veía el último capítulo, me hubiera gustado más.
En fin, una pena.
O a lo peor soy yo.
Pero, por destacar algo, ¿en serio que para resolverlo todo basta con ir al pasado de la dimensión origen, evitar la muerte de la familia del relojero, supongo que también profesor de física porque para eso nos da la clase sobre el pobre gato que muere envenado en una caja o no, y ya está?
Que digo yo, que si el buen hombre está tan obsesionado con estas cosas de los viajes en el tiempo puede volver a intentarlo en un futuro ante otra posible desgracia así que, ¿no sería más fácil explicarle directamente las terribles consecuencias de jugar a ser Dios? Este final, pensado sobre la marcha mientras veía el último capítulo, me hubiera gustado más.
En fin, una pena.
O a lo peor soy yo.