No es para tanto, ni mucho menos. Está muy bien realizar un drama social con una temática tan de moda (no tanto cuando se estrenó la película) como es la crisis y el desempleo, pero realmente la película en sí no aporta gran cosa. Fernando León de Aranoa buscó el aplauso fácil con el cliché de que el trabajador siempre es el bueno y el empresario el malo (ojo, en la mayoría de casos es así, pero no deja de ser un cliché que busca el aplauso fácil) y realmente la jugada le salió perfecta: Goyas a troche y moche y, además, los importantes. En los cines deberían vender antidepresivos en lugar de palomitas para el visionado de este tipo de películas.

Empieza bastante bien, pero a medida que pasan los minutos no es sino una repetición de escenas en el bar, en el barco... A mitad de película la cosa comienza a hacerse aburrida y pesada, pues no pasa nada, solo nos encontramos las penurias de un grupo reducido de parados de larga duración vagos como ellos solos (a excepción de uno que no para de buscar empleo) bebiendo cerveza y quejándose del sistema y eso, para una película, resulta insuficiente. Además, la fotografía y el montaje son espantosos, rozando lo esperpéntico, en especial la fotografía. Resulta incluso meritorio que grabando en Galicia (Vigo) te salga mal la fotografía, entiendo que es una historia triste y tal pero no es excusa.

Lo dicho, aburrida, previsible y muy sobrevalorada, hay muchas películas españolas superiores a esta. Lo mejor que tiene sin duda son las actuaciones, en especial la de Javier Bardem. No es una mala película pero decepciona, no entiendo tanta buena crítica y tanto premio, "Barrio" de este mismo director resulta mucho mejor.