No es otra película basada en un videojuego para adolescentes, cosa que por una parte es un alivio, sino una historia sencilla con un personaje complejo. Nuestro protagonista, Ben, sufre de un tipo de autismo, es una persona extremadamente retraída, atormentada y antisocial, solo encuentra alivio cuando se sienta cada día en frente de su PC y juega a su juego de rol preferido, uno de esos online que están tan de moda últimamente, en él, Ben es respetado y admirado y supone su única válvula de escape ante su amargada existencia, incluso chatea con una chica bastante mona. Pero la gente es cruel por naturaleza, en cualquier parte del mundo hay alguien jodiendo a otro mas débil o mas vulnerable, y Ben no iba a ser menos. Sus compañeros de colegio se mofan de él, pero especialmente dos individuos se ceban con el pobre chico hasta el extremo sin ninguna compasión.

El argumento viene a ser algo así pero contra todo pronostico es una cinta bastante original y bien llevada, sobre todo es muy destacable el agobiante apartado visual aunque no creo que debieran poner tantas imágenes del videojuego enlazadas con las reales, al principio esta muy bien pero conforme avanza la historia esta un poco fuera de lugar, quizás sea un intento por adentrarnos en el pensamiento del protagonista, en todo caso resulta algo fallido porque en ningún momento llegamos a lograrlo. El chico nos irrita, nos incomoda, nos provoca compasión más que otra cosa pero parece, coincidiendo con los gamberrotes, un extraterrestre. No quiero decir que esté mal dibujado el personaje, ni mucho menos, el actor Greg Timmermans hace una actuación soberbia, el problema es que no es el tipo de persona al que estemos acostumbrados a digerir los espectadores.

Concluyendo, me ha dejado muy buenas sensaciones, se que he visto una buena película que me debe llevar a profundas reflexiones pero no lo ha hecho del todo. Quizás esperaba otro final y esas ultimas vueltas de tuerca del guión no han acabado por cautivarme, ese giro inesperado me ha dejado frió, pero no emborrona un computo global notable. Quizás en un segundo visionado o en otro momento cambie mi opinión, como ya he dicho, Ben no es fácil de digerir.