Intuyo que los sueños eróticos del escritor de la novela (que debe ser alguien tipo la Steel, capaz de bombardearnos con novelas del tipo: "Pasión en la patera" o "7 segundos de pánico en el quirófano") corren libres por las páginas de su obra, a juzgar por el comportamiento que otorga a Lucy. Ésta, más parece un putón berbenero con 10 ó 12 años de experiencia en el oficio y otros tantos en la sección de droguería de cualquier urbe, que una adolescente sensual y despierta. Paso de metéforas en este marco, si las hay no las he visto por cutres.
Lo del motero y la francesita es para lelos y no aporta nada, va a calzador, están mal desarrollados los personajes y sus vidas son una farsa, además pésimamente interpretados. Ésta es la tónica del filme.
La historia de Henry, el superpez, es para verla de tripi, o eso o el absurdo.
Ni el potencial de unos exteriores de gran belleza ni la buena actuación de Harry Potter, ni los dos bomboncitos, nada, nada la salva de la flojera, floja por no compararla con otras terriblemente malas, porque mi idea era darle un uno. Deberían darla por antena peich o telesilvio un martes de éstos, despues de los concursos-timo para subnormales, a eso de las 5 a.m.