Estamos ante una película que consigue alcanzar la emoción con muy pocos medios. Jim y Hilda Bloggs son una pareja de jubilados que viven en una remota zona rural de Gran Bretaña poco antes del inicio de una guerra nuclear. La inociencia y una fe ciega en su gobierno les impide ser conscientes de las dramáticas consecuencias de la radioactividad.

Una película que puede resultar atípica y arriesgada por el hecho de tratar un tema tan delicado como el de la guerra nuclear mediante una sencilla e inocente animación realmente efectiva. Si a todo esto le añadimos una más que recomendable banda sonora (David Bowie, Roger Waters, Pink Floyd, Génesis), estamos ante una de esas películas que no deberíamos dejar de ver.