Nunca me terminó de llamar la atención esta película pero viendo la cantidad de publicidad que metieron por los ojos los señores de Mediaset por no decir que era un abuso, tanto que acababa cogiendo asco a cada anuncio como pasó con Ocho apellidos vascos. Con esa consiguieron hacerme ir al cine y en cierto modo pasarlo bien pero no como para pagar una entrada de cine y con esta fui precavido y me he encontrado con algo similar, un disfrute visual por momentos, talento en la dirección y en algunos actores en especial Luis Tosar y unas buenas persecuciones en el mar pero por lo demás es una cinta muy normalita que si la analizo poco a poco no tiene algo que realmente sorprenda más allá de un par de secuencias marítimas perfectamente rodadas que nada tienen que envidiar a los blockbusters norteamericanos.
Hay partes bastante destacables y la puesta en escena está bien además de que la historia no desentona en el ritmo a excepción de un par de errores de montaje que desaprovechan el talento de Ian McShane para no dejarle hablar en castellano o meter un romance que tira por la borda el interés de la trama. Su cliffhanger queda bien y en cierto modo me ha comprado pero su protagonista Jesús Castro necesita clases de interpretación o al menos a mí me lo parece. El tono jocoso con el que se tratan los tres protagonistas jóvenes me parece tan cani que más que una cinta seria parecía una comedia y eso es lo que me adolece a la hora de evaluarla. Tiene momentos llamativos e interesantes pero no maravillosos ni sobresalientes pero sin desentonar en el interés de una trama bastante interesante durante sus algo excesivos 128 minutos. Las localizaciones son asombrosas, tanto que dan ganas de irme a vivir allí. Respecto a Monzón, se queda lejos de lo que fue Celda 211 pero al menos lo intenta y no fracasa. Otro triunfo para el cine español estando por encima de la media del cine español comercial. Aceptable.