Tras ver su atractivo reparto en cartel me esperaba algo mas aunque viendo que en la dirección estaba el mediocre Stephen Hopkins (Depredador 2) ya me dejaba algo frío y la verdad es que me he quedado indeferente. Una cinta que brilla por las grandes actuaciones de sus dos protagonistas Morgan Freeman y Gene Hackman con una bella físicamente pero fea artísticamente sobreactuando Mónica Bellucci y un normalito Thomas Jane (coincidió una vez mas con Morgan Freeman en El cazador de sueños) pero que por su historia no brilla mucho ya que es mas de lo mismo y mal ejecutado pese a que la cinta inspira tensión en sus 100 minutos de duración sin sacarnos mucho de sus planos en la comisaría, que prácticamente no salen de ahí a excepción de los flashbacks, la película se llena de mentiras y mas mentiras que enredan una trama que se podría haber ejecutado mejor. Meter puntos como lo de el peluquín de Gene Hackman me pareció ridículo y el final es para decirnos como debemos interpretarlo dejando un final rápidamente mal ejecutado, mal explicado o directamente inexplicable sin darnos pistas sobre el verdadero asesino y sus causas. La banda sonora es pasable y el ambiente tiene un aroma de telefilm de sobremesa de Antena 3 solo que con estrellas de Hollywood. Su ritmo tiene muchos altibajos ya que te puedes encontrar con momentos impactantes y otros en los que si no hubiesen estado tampoco hubiese pasado nada. En definitiva, un thriller entretenido con sus altibajos, dos grandes actuaciones y una mala actuación de Bellucci (en serio, lo del escupitajo al cristal fue para partirse de risa) con un guión irregular pero aún así no está mal para pasar la tarde.