Desde el principio Woody Allen pone las cartas sobre la mesa (de forma algo burda, todo hay que decirlo) a través de una conversación entre amigos que se preguntan que es más inherente al ser humano si la comedia o la tragedia.
A partir de este punto se nos muestran unos hechos similares desde dos puntos de vista , el comico y el dramático.
Bonito experimento que se queda en eso , y es sabido que los experimentos mejor en casa y con gaseosa.
La parte cómica no llega a ser realmente cómica ni divertida , Allen nos ha dado muchisima más diversión en otras peliculas de su filmografía ,sin necesidad de exponernos de forma tan clara sus intenciones.
Ver a Will Ferrell haciendo de Woody Allen de forma tan descarada puede llegar a ser cansino.
El resto del reparto tampoco es que brille mucho , con la excepción clarísima de Radha Mitchell que está perfecta en su papel de la cargante Melinda.
Respecto a la parte supuestamente dramática la conclusión es parecida , tampoco llega a emocionar, se queda en medio de ninguna parte sin ofrecer nada nuevo.
Allen es un maestro de ambos géneros ,que duda cabe, sus tragicomedias son inimitables y por eso mismo su declaración de intenciones inicial se hace innecesaria y obvia en exceso.La sensación general al ver la pelicula es que para este viaje no hacian falta tantas alforjas.Con todo y con eso , no deja de ser una pelicula típica de Allen , y aunque no sea de las mejores (al hombre que consiguió desmontar a Harry hay que pedirle mucho más) tiene elementos interesantes que funcionan suficientemente bien para resultar cuanto menos amena.