Alarma en el expreso de Alfred Hitchcock es una curiosa mezcla de thriller psicológico, intriga y comedia que trata sobre un supuesto secuestro. Dirigida con un ritmo dinámico y con un estilo lejos del más habitual Hitchcock por tratar con humor una historia absorbente, es una obra que cumple notablemente y hace reír con el típico humor inglés al espectador, llamando con ello mucho la atención al tratar con mucha agudeza una temática repleta de confabulaciones el rey del suspense. Realizada de forma perspicaz tiene un resultado espléndido lejos del cine que más representa al director.
La fotografía en blanco y negro es alusiva en una eficiente labor maravillosa para su momento, dando como resultado imágenes confortantes que te transportan. La música es escasa y tan solo es usada al principio y al final del film para no desconcentrar ni manipular al espectador con sonidos insidiosos. Los planos y movimientos de cámara completan un estupendo trabajo técnico mediante el uso del avanti, generales, seguimiento, primeros planos, detalles, cámara en mano, subjetivos, reconocimiento y panorámicos que sacan lo mejor del film.
Las actuaciones son cumplidoras y competentes. Como protagonistas Margaret Lockwood está auténtica y creíble en su tarea y Michael Redgrave genuino y carismático, siendo correctos los acompañamientos de Dame May Whitty, Paul Lukas, Basil Radford, Naunton Wayne y Cecil Parker. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios elegantes y sugerentes según el personaje, su profesión y edad que, junto con unos pertinentes decorados, te transportan in situ.
El guion, escrito por Sidney Gilliat y Frank Launder y basado en la novela de Ethel Lina White, hace que un thriller de intriga esté repleto de humor, sobre todo al principio del film pero manteniéndose también después, logrando con esta extraña mezcla de géneros una trama atractiva y amena que define notablemente una obra que sin ser muy conocida en su filmografía es digna de elogio y merecedora de ser vista. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off explicativa y misteriosa al principio que deja claras notas de humor. Cabe destacar también unos diálogos ocurrentes y sarcásticos del más puro humor inglés del que no nos tiene acostumbrado este singular director.
Concluyendo, la considero una obra indispensable en la filmografía del director por mezclar con mucho oficio la comedia con la intriga y el drama, algo nada habitual en un director reconocido por ser el rey del suspense, pero sin embargo logra con ello una película que aunque no sea de las más conocidas es totalmente digna de visionar y conocer por los incondicionales del director. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, planos, movimientos de cámara, vestuarios, narrativa y diálogos que convierten a Alarma en el expreso, en un film distinto del director pero igualmente muy recomendable de visionar.