Alas de mariposa de Juanma Bajo Ulloa, es un drama basado en una madre y una hija, que tras un grave suceso se llevan muchos años sin hablarse. Dirigida con un ritmo pausado y solemne, y con un estilo íntimo y particular, es admirable y soberbia por tener una trama sencilla pero absorbente que es excepcional y penetrante como pocas. Realizada de forma magistral y provocadora, tiene un resultado digno de elogio que merece la pena descubrir.
La fotografía, es humilde y alusiva, con imágenes que mezclan lo confortante con lo desconcertante según el momento de la acción, con predominio de luz tenue y buen uso de los claroscuros en un competente trabajo. La música, es atrayente y estimulante al estar repleta de detalles recónditos que son sugerentes en un encantador acompañamiento del film. Y los planos y movimientos de cámara, completan un notable trabajo técnico que usa con brillo los subjetivos, primera persona, reconocimiento, detalles, avanti, retroceso, seguimiento, travellings, primeros y primerísimos planos.
Las actuaciones, son señaladas y remarcables. Con Silvia Munt persuasiva y con oscuridad psicológica, Tito Valverde íntegro y honesto y Susana García y Laura Vaquero impasibles y destacables. Contando también con los buenos papeles de Karra Elejalde y Txema Blasco entre otros. Y empleando para estos, unos vestuarios y caracterizaciones que van de comunes y naturales al principio, a oscuros y descuidados después, marcando claramente el cambio de actitud de los protagonistas en un sugestivo y sencillo trabajo artístico.
El guion, escrito por el mismo director, es incitador y penetrante, por tener una historia implacable y arrolladora que cumple de sobra al tener en su interior desilusión y tristeza, que es llevada a cabo de modo admirable y absorbente, en un enrevesado y algo confuso por momentos trabajo, que desde luego al final te deja la sensación de haber visto una gran obra. Conducida con una narrativa más bien escasa o limitada, que es correcta y algo apagada en la desesperanza de sus propios personajes.
En definitiva, la considero una obra indispensable e imperecedera en el drama español, por ser hipnótica de principio a fin en una trama absorbente y recóndita que consigue tener al público expectante toda la película al antojo del director. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, música, planos, movimientos de cámara y narrativa que vuelven a Alas de mariposa, en un film digno de visionar para los buscadores de cintas magnéticas, extrañas y tremendamente profundas.