Una vez más, Akira Kurosawa construye una gran cinta... pero podría haber sido mejor. El guion está bien hilado y tienes buenos y llamativos flashback, con un argumento que engancha pero que en ocasiones carece de pasión, chispa y de un ritmo algo mayor. La interpretación de Takashi Shimura sin duda es magistral y la domina de principio a fin, como también destaco la narrativa que aunque escueta marca un buen punto. También al igual que con otras cintas de este singular director, llama la atención los sonidos de fondo cotidianos o de naturaleza que sabe aprovechar para dar naturalidad al film en todo momento. La fotografía es singular y única, como ya nos tiene acostumbrados. Pero sin duda lo mejor son los originales y trabajados movimientos de cámara dependiendo de cada acción, marcan una gran diferencia con los primeros planos. Lo dicho, una buena cinta que podría haber sido inmejorable si hubiera tenido más ritmo, emotividad y chispa, aunque eso tan solo...es mi punto de vista.