Como todas las películas versionadas sobre personajes reales, la ficción supera la realidad, y esta no es menos. Mickey Cohen fue un gángster forjado a sí mismo que se desvinculó del poder central de Chicago y reinaba a base de sangre y fuego en Los Ángeles.

Ruben Fleischer nos da lo que esperamos, violencia, balas y casquillos y sangre, mucha sangre. Me gustan las películas donde nos presentan a los componentes del grupo y cómo se unen al mismo, cómo los eligen, en este caso la esposa del sargento, y donde todos y cada uno de ellos tienen al menos su minuto de gloria.

Gran reparto donde el mejor es el malo, Sean Penn, en otra de sus caracterizaciones, mientras la brigada cuenta con actores reconocibles, encabezados por Josh Brolin y Ryan Gosling, bien rodeados de Robert Patrick, Giovanni Ribisi, Anthony Mackie y Michael Peña, donde la belleza y la inteligencia la ponen Emma Stone y Mireille Enos respectivamente, todos a la sombra del gran Nick Nolte, en definitiva, un elenco de verdadero lujo.

Película de gánster y policías, todo un subgénero del denominado cine negro que correspondió a los violentos años 20 del siglo pasado, cine que yo no me canso de ver.

Notable, 8.