“La guerra de las galaxias” unificó, recicló y ligó los pasos de las culturas cinematográfica e histórica con caballeros, mitología, uniformes militares y condescendiendo la religión Jedi en forma de omnipresentes chamanes. Desde “Metropolis” de Lang, pasando por Leni Riefenstahl al western por la ciencia ficción.
“Matrix” propuso y puso el mismo organigrama apilado en tiras cinematográficas: desde el cómic a la moda del solipsismo, las cazadoras de cuero hasta las rodillas con sobredosis cyberpunk. La tecnología por simbiosis de fe en paraísos artificiales y mecanismos orwellianos.
Marilyn Manson y Rob Zombie dejaron de ser bichos raros y se convirtieron en gente cool para desembocar en un mundo donde la tecnología, el poder, las máquinas y la mentira se convierten en una colmena cinematográfica.
De nuevo, el reciclaje se transforma en algo nuevo y en nueva moda, en nueva carne.

Porque “Matrix” puso de moda el cinquillo binario, la technorumba, el bocadillo embutido de morcilla en USB, la depilación brasileña tri-láser, el bondage sintético, las gafas de bytes, el calor (in)humano, el baile del palo a golpe de bullet-time y ballet de efectos especiales y, sobre todo (aparte que las dominatrix fueron domimatrix desde entonces), el comodín del público maquinero: «Están haciendo cambios en Matrix». Válido como el mejor chanchullo-recurso de guión de la historia del cine.

Lamentablemente le falla y falta un “El imperio contraataca” para desembarcar y desbancar a otro gigante. Sus secuelas no hicieron justicia a una película que gana peso y ‘Kilates’ a golpe de Kilobytes.


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ll …l…¡Bastardo! ¡Pensaba que
ll …l…ibas a dedicar tu crítica 1.000
ll …l…a la creación de FA!
ll …`--, ,-----------------------------------´
ll ……O
ll --/.ll.\
ll -._|.|_
ll--Pablo-Kurt--
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1000: Para todos aquellos que entraron, entran y entrarán a mirar puntuaciones y críticas, que validan, puntúan, votan y/o fusilan, que miran si su crítica fue convenientemente amada o ajusticiada. Para aquellos que miran el buzón esperando respuesta desde el anonimato. Para todos los que aprenden o se decepcionan, que han colaborado letra a letra y número a número en construir una red social sobre cine y personas, que han visto una manera de que las películas permanezcan vivas y sean vividas por resto del mundo, que su visión tiene que permanecer no sólo en el interior de un cofre humano que se convierta en tesoro.
Por y para todos aquellos que decidieron registrar sus recuerdos y opiniones sobre una película y compartirlo con todo el universo y llegó un día en el que dejaron de ver códigos de programación, números y letras, agrupados en interfaces, para ver una página que dejó de ser FA-triz para ser Filmaffinty.