Tengo dudas. No sé si Kevin Smith ha tocado fondo y ha tenido que recurrir a los personajes de “Clerks”, una de las mejores películas independientes de los noventa, para evitar que le apedreen sin paliativos porque desde “Persiguiendo a Amy”, su mejor película en mi opinión, no ha levantado cabeza.

“Clerks 2” tal vez no despeje dudas del todo, pero dividirá a aquellos que la consideren un espectáculo inmaduro y soez, metiéndola en el paquete de comedias del tipo “Road Trip” y a otros que veamos una decente vuelta de Kevin Smith, en plena forma aunque sin arriesgar ni sorprender lo más mínimo.

Más madura que las fallidas “Jay y Bob el silencioso contraatacan” y “Dogma” y a años luz de su peor película, “Mallrats”, Kevin Smith juega con el musical, el culebrón y ágiles diálogos marca de la casa donde destacan: las peleas dialécticas entre los friquis de “LOTR” y “Star wars”, la divinidad de los Transformers, zoofilia con burros, mucho consumo de drogas y homenaje incluido de "El silencio de los corderos". Todo lo anterior bajo una atípica y simpática comedia romántica con corazoncito y mirada nostálgica.

Creo que Francisco Marinero, crítico de El Mundo, le ha colocado un señor rosco a “Clerks 2”, tildándola de estúpida. Hay que respetar su opinión, aunque hay que (y se debe) recordar que este señor le ha colocado cuatro estrellas (sí, como lo oyen), cuatro estrellas, a películas como “Notting Hill” y “Los dos lados de la cama” (juas, juas). A eso se le llama coherencia cinematográfica y crítica.