Sufrimiento y tocamiento de varitas. Iba preparado para sufrir y de lo grande. Me habían dicho que la película no era gran cosa… bueno, miento. La más grande fan de Harry Potter del planeta me indicó que “Harry Potter y el misterio del príncipe” era otra gran película de la saga… pero con un único inconveniente y profecía:

«En el cine que vais a verla y al ser la última sesión (la golfa) estaréis ¡sin aire acondicionado!»

Ella fue a verla con su pareja el día de antes y quiso compartir la experiencia con sus amigos antes de compartirla nuevamente con sus sobrinos. ¿¡No es acaso eso ser la más grande fan de Harry Potter!? Bueno, tal vez le fallara el disfraz o tener treinta años menos… pero la advertencia era clara: el cine nos iba a desconectar de ‘Pottrix’ cuando quedara una hora de metraje para abaratar costes de mantenimiento. Son tiempos de crisis, no hay que hacerse preguntas. En una película como “The tourist”, con salas vacías, no se hubiera notado… pero ¡en un Harry Potter en la semana de estreno!

Mejor era pensar en lo único bueno que llevamos de la saga. Las dos primeras partes eran destinadas para un público infantil y seré muy pesado con “Harry Potter y el prisionero de Azkaban” pero esto se acaba y es la mejor con diferencia. “Harry Potter y el misterio del príncipe”, tal vez por el terror a morir asfixiado y celebrar la salida al acabar la película, no me ha parecido la peor de la saga. Plantea una completa apología de las drogas de diseño y me pregunto entonces: ¿¡por qué Harry no conoció las drogas antes!? Es lo mejor con diferencia. Harry tiene su día donuts particular gracias al Felix Felicis y también es el nuestro aunque no entiendo por qué no venden donuts en los cines o el Felix Felicis para soportar películas tan largas.

Ahora han quitado tramas complementarias que nunca se resolvían o perdían la trama principal… Aquí sólo valen la adrenalina, el humor hormonado adolescente y una trama previsible. A mí me parece un guion menos aparatoso y más entretenido que las dos últimas. Nunca voltea ni le llega a las suela de las Converse, que calza el joven toca-varitas, de “Harry Potter y el prisionero de Azkaban” pero al menos espero que el rumbo se enderece para la resolución final. Aunque Harry en vez de ‘the choosen one’ va camino de convertirse en de ‘the chusma one’.

Pero lo mejor, con los calores llegó al final con un momento potteriano para el recuerdo: