Milos Forman, que no fallaba desde "Amadeus" (“Valmont”, “El escándalo de Larry Flynt” y “Man on the moon” eran también estupendas), nos brinda un insípido folletín de época, que aunque no aburre demasiado flojea en todo aquello que no sea visual.

El arranque puede despertar cierto interés con pequeños descensos vertiginosos al drama más cómico involuntariamente. Pero es llegar los gabachos en forma de elipsis y todo se hunde irremediablemente con cambio de chaqueta incluido.

Menos Stellan Skarsgard, todos los actores están perdidos: Barden emulando a Mercedes Milá diciendo quién es el expulsado (“Este tribunal…. os sentencia….”) o Natalie Portman defendiendo como puede su doble e incoherente papel.
Todo huele a culebrón tópico-cómico con frases del tipo “¿Me estás llamando puta?” en secuencias supuestamente dramáticas y claves. Y lo peor, el supuesto protagonista por el título del filme, se convierte en una simple caricatura del folletín. Observen el cartel de la película y busquen a Wally (aka Francisco de Goya) para comprobar horrorizados de qué va todo esto.

Fallida y decepcionante.