John J. Rambo, altamente cualificado en combate, experto en destruir
y preparado para ganar, pero recibía órdenes.
Un juguete roto de una sociedad abrasivamente competitiva que no entiende de fracaso,
no ampara a los perdedores, y aunque no esté en sus manos la victoria final, no lo aceptan.

Vietnam no existe para los estadounidenses, no lo quieren recordar, solo olvidar.
SYLVESTER STALLONE es Rambo, no hay otro actor que pudiera hacer un personaje
tan conmovedor, noble, sincero, y sí, lacónico, además de padecer diferentes traumas psicológicos.

Un pasaje perfecto pro o anti bélica, dependiendo del vértice del observador, probablemente
por esa falta de definición ha quedado para la historia para el pueblo norteamericano, que por desgracia no cambia de actitud frente al negocio de la guerra.

Una pena que la sociedad no aprecie más que sólo como entretenimiento, al séptimo arte.

Es en ocasiones ejemplarizante, de sucesos que podrían haber ocurrido en realidad, ya que muchos volvieron en lamentable estado emocional. Antes eran reyes y ahora vagabundos.

Un historia clásica con apertura, nudo y desenlace,
en cada apartado se define el contexto social de forma tajante.

Maravilloso todo los sets de rodaje, la ambientación es magnífica,
la luz en genial al igual que el score.

Quizá Richard Harris o Kirk Douglas hubiera sido un mejor Coronel Trautman pero siempre se echara de menos al fallecido y maravilloso Richard Crenna, creador de un fantástico personaje, casi sin preparar la actuación en aquella primera vez.

Una cita:
Coronel Trautman dirigiéndose al Sheriff Teasle:
" lf you're sending out so many people get in enough body-bags!"

No es sólo un título más, es un icono.