Clive Barker es un artista que me ha atraido desde bastante joven, cuando empezó a interesarme el terror, el body horror, el gore. Si bien es un genio a la hora de diseñar y plantear conceptos, siempre se queda a medio gas contando sus historias.
Con Cabal y su adaptación Razas de Noche, con varios relatos que le he leido, con Hellraiser (lo mejor que tiene, aún no he podido leer el relato)... presenta elementos originales, con un sello propio y de calidad pero, siempre con un discurso irregular.
Este caso es curioso. Puede ser lo que menos me ha gustado de Barker hasta el día de hoy. Me ha parecido un telefilm cutre en muchos momentos pero, con buenos conceptos y puntos álgidos que me reenganchaban con atención.

En definitiva. Barker es un genio del gore, a la hora de imaginar, de describir el dolor, de inventar y diseñar criaturas pero... a la hora de narrar, siempre se queda a medias, ya sea con la pluma o con la cámara.