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elmer rating:
4
Sci-Fi. Fantasy Financial analyst Nick Halloway (Chevy Chase) is accidentally made invisible during an accident. When government agent David Jenkins (Sam Neill) finds out about Nick, he set out to recruit him into the world of espionage, seeing the potential for an invisible CIA agent. When Alice Monroe (Daryl Hannah) falls in love with Nick, they are forced to flee the attentions of Jenkins. Nick also has the problem of living invisibly whilst trying to find a cure. [+]
Language of the review:
  • es
August 1, 2009
12 of 17 users found this review helpful
Más le hubiese valido a Chevy Chase dejarse llevar por el guión que en principio escribió William Goldman. De haber sido así, sería muy posible que un servidor estuviese escribiendo ahora sobre la mejor película del actor, pero lo cierto es que Memorias de un hombre invisible no le ha hecho ningún favor a nadie; ni a Chase, que aprovecha la ocasión para sacar (a medias) su vena dramática, ni mucho menos a Carpenter que la dirigió de penalti.

El cómico no ha gozado de mucho afecto entre el público, pero a mi nunca me ha caído mal, así que no es ese el motivo por el que en parte encuentro justa cierta animadversión hacia él, y es que... ¿cómo se le ocurre al actor desestimar un guión, escrito por el mismo tipo que adaptó al cine las historias de Misery o Todos los hombres del presidente?. Sin duda, una metida de pata que prácticamente acabó con su, ya por aquel entonces, trastocado estatus.

Pero toda la culpa no es de Chevy, por supuesto, porque no se debe jugar a dos bandas si no se sabe como, y ahí es donde entran las torpes reescrituras de los mendas que aparecen junto a Goldman (no fueron tontos y mantuvieron su nombre) en los créditos, pues aquí lo que se pretende contar no tiene por qué estar reñido con el ritmo, como así ocurre por su mala narración, toda la película parece ser un continuo tira y afloja entre la habitual puesta en escena de Carpenter y la manía de darle cierto tono trágico donde sacar a relucir la supuesta profundidad del personaje principal; profundidad que, por otro lado, Chase es incapaz de transmitir. Ambas cosas no terminan nunca de combinar correctamente y estropea el conjunto, dando como resultado una película de alma frustrada y un tanto fría.

Unos cuantos efectos visuales dignos de mención (la parcial invisibilidad del edificio, el recorrido del humo de un cigarro por los invisibles pulmones del protagonista...), un par de afortunados gags, la potente música de la gran Shirley Walker y un oscuro Sam Neill, son los puntos a favor con los que cuenta este despersonalizado proyecto de un John Carpenter en horas bajas.

Pudo haber sido una gran película; lástima.
elmer
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