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huineman rating:
3
TV Series. Animation. Drama. Thriller TV series (2007-2011). Itou Kaiji is a bum who steals car emblems and slashes tires on what seems to be a regular basis. This routine changes one day when he is paid a visit by a man in a trench-coat. Once the two get talking, it seems that the visitor (Calling himself Endou) is a debt collector. The reason for his visit is an unpaid loan which kaiji had previously co-signed for a work-mate (Furuhata Takeshi). The original loan was ... [+]
Language of the review:
  • es
August 19, 2022
1 of 3 users found this review helpful
Aunque tiene a su favor un estilo de dibujo muy personal (¡esas narices!) y un punto de partida que engancha rápido, a este anime se le ven demasiados fallos. Y me da rabia, porque tenía buenos mimbres.

En primer lugar, como empiezo argumentando en el título de esta crítica, todo es un elogio de la ludopatía. Está disfrazado como una crítica al juego, pero si se mira más de cerca resulta una trampa, todo lo contrario. Uno termina un episodio con sensación de refuerzo positivo en el juego de azar: son los otros los que pierden, quien más arriesga más gana, esta es la oportunidad de cambiar de vida, no puedes parar cuando estás en racha, hay que estar dispuesto a darlo todo cueste lo que cueste, podría haber ganado... Argumentario básico del ludópata y de su dealer (porque el juego es una droga más, no nos olvidemos).

En segundo lugar, me cansa que todos los personajes sean varones. Es cierto que hay alguno de relleno en algún momento aislado que es mujer, pero no tiene ningún peso en la trama. Toda la aventura es de hombres entre hombres, como si en la ciudad o en Japón las mujeres no fueran relevantes.

Y en tercer lugar, resulta que además del elogio a la ludopatía y el machismo, todo el anime está impregnado de un sadismo que ya quisiera Takashi Miike. No solo sangre, que a eso ya nos tienen acostumbrados otras series, sino descripciones gráficas de distintos tipos de tortura, mutilación y asesinato para solaz de los espectadores, tanto dentro de la serie cuanto fuera de ella (es decir, nosotros los espectadores).

Ah, un último apunte: los personajes se las pasan llorando la mitad del tiempo. Si la serie está ralentizada hasta la náusea, que encima la inunden de lloros constantes resulta plomizo.

Una pena, insisto, porque el punto de partida y el estilo de dibujo prometían mucho más.
huineman
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