Decir que estamos ante una inteligente comedia británica sería decir poco de este espléndido guión que es sátira mordaz y feroz de la política actual; bufonada explosiva del pueblo llano respecto sus lideres, chirigotada cruel e insultante -por momentos, para la moral anímica del espectador- de nuestros mandatarios, burla fusil de unos gobernantes tirititeros expuestos -para gozo del público- como blanco de una despampanante diversión irónica, prodigioso antídoto para la media concurrencia que está viéndose machacada por las decisiones de estos (supuestos) salvadores del mundo. Esta comedia negra es mucho más que divertida, es ocurrente e ingeniosa en cada uno de los diálogos, voraz en su violencia dialéctica, perspicaz, ingeniosa, avispada... Una excelente colaboración de actores británicos y norteamericanos (algunos enfrentemientos físicos y verbales son soberbios), un acertado Armando Iannucci en la dirección y un elenco de guionista que conocen y hacen bien su trabajo es lo que se esconde detrás de esta magnífica película sobra la cual, todo lo que se diga es poco pues "a buen entendedor, pocas palabras". Verla es lo mejor que te puedo ofrecer y que pases un ameno lapso de tiempo indemnizando a tu espíritu de la injusta-carga que soporta; sencillamente disfruta.