Click here to copy URL
Spain Spain · K-PAX
PROT rating:
9
Drama Delft, Holland, 1665. After her father is blinded in an explosion, 17-year-old Griet (Scarlett Johansson) must work to support her family. She becomes a maid in the home of Johannes Vermeer (Colin Firth) and gradually attracts the master painter’s attention. Though worlds apart in upbringing, education and social standing, Vermeer recognizes Griet’s intuitive understanding of color and light and slowly draws her into the mysterious ... [+]
Language of the review:
  • es
February 7, 2023
1 of 1 users found this review helpful
Siendo muy populares en los Países Bajos y el Flandes del Siglo de Oro, un tronie, o rostro, es un tipo de obra en el que se representa con gesticulación y expresión facial excesivas a una persona caracterizada, a menudo, con una vestimenta exótica. Y no son pocos los estudios actuales que han sabido encajar LA JOVEN DE LA PERLA, el cuadro, en este marco, el de los tronies.
Qué hay detrás de una obra de arte, cuál es la historia que se oculta detrás de un lienzo, es siempre un misterio, y fue por eso que Tracy Chevalier, para su segunda novela, echó a volar la imaginación por tratar de ofrecer, al pueblo soberano, otra visión acerca de lo que hay en la cámara oscura del que posiblemente es el cuadro más famoso de Jan Vermeer, uno de esos pintores que murieron cargados de deudas y cuya producción, bajo el sol de hoy, tiene un valor incalculable.
Tenebrista cual Caravaggio, elegante como un flamenco, es LA JOVEN DE LA PERLA, la película, igual que una factura del maestro de Delft. O como la joya de mujer celosa: un bombón para uno. Y son Judy Parfitt, Essie Davis y Tom Wilkinson, casi con toda certeza, lo mejor de un reparto solvente, que Scarlett Johansson y Colin Firth, junto al arte de la pintura dos de los protagonistas, se desempeñan como a medio gas. La presencia de Alakina Mann, como en Los otros, genera desasosiego.
Qué se esconde entre el pigmento azul ultramarino o el amarillo terroso del lienzo de una de las mayores tronies de la historia del color, nadie lo sabe. Pero la versión de Tracy Chevalier es muy satisfactoria y el traslado que de esa versión hizo Peter Webber algo tan apetecible como unos labios bonitos siempre humedecidos.
PROT
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow