James L. Brooks, realizador de una de las mejores comedias de todos los tiempos, "Mejor imposible", da un enorme paso hacia atrás en calidad al dirigir esta comedia bobalicona y setimentaloide, sin un ápice de calidad tanto en su guión, como en las terribles interpretaciones de dos de sus mediocres protagonistas: Paz Vega, en un rol totalmente irrisorio, pues más que mexicana parece una andaluza que ha cruzado el charco y Adam Sandler, un cómico excesivamente sobrevalorado en los Estados Unidos. Lo único salvable es la magnífica interpretación que hace Téa Leoni sobre una mujer absolutamente paranoica, obsesiva y compulsiva, como si estuviera haciendo una réplica en femenino del famoso papel de Jack Nicholson en la ya mencionada "Mejor imposible". Suspenso, pues, para esta producción, que falla estrepitósamente al no conseguir obtener el humor esperado de una situación en la que la diferencia de idioma parece una barrera insalvable entre unos y otros.