Secuela que sigue los preceptos del film original al versionar nuevamente varios relatos de Stephen King. En esta ocasión las historias se centran en que todo acto tiene su correspondiente consecuencia, positiva o negativa según el caso: veremos qué le sucede a un joven indio por traicionar el espíritu de sus antepasados, comprobaremos los peligros de bañarse en un lugar prohibido haciendo caso omiso de las normas y, por último, sabremos por qué siempre hay que atender a una víctima de atropello. El film pierde en calidad, gracia e ironía con respecto a la primera parte, pero aún así, se deja ver.