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El Extranjero rating:
6
6.1
3,687
Musical
Alex Coxs riveting biopic tells the bleak, heroin-drenched story of Sex Pistols bassist Sid Vicious and his disturbed American girlfriend, Nancy Spungen. Gary Oldman delivers a bravura performance as Sid, matched by Chloe Webb’s grating, clearly unhinged Nancy. The two lovers’ childlike tenderness with each other contrasts sharply with their bleak, violent nihilism, and while the script implies that Nancys death was accidental, the line ... [+]
Language of the review:
- es
February 3, 2024
2 of 3 users found this review helpful
Sucia, descarnada y nada complaciente filmación sobre los devastadores efectos de la adicción a la heroína, si bien (y esto es una impresión personal) no me llega tanto como otras películas sobre adicciones ('Teniente corrupto', 'Posibilidad de escape', 'American Gangster', 'El vuelo', 'The addiction' de Ferrara, más filosófica quizá) porque el ciclo del adicto no se llega a cerrar mediante el acto de la redención, no se produce el acto liberador de la catarsis.
Sí, te cuentan la historia tal y como ha pasado, pero si en un principio hay momentos en los que te ríes del panorama y alucinas con esos conciertos (y hasta te gustaría vivir la experiencia de estar en alguno), comulgas con la ácida ironía vertida, el último tercio es más de lo mismo, una agonía lenta y repetitiva. Se echa en falta algo más de desarrollo argumental, que te cuenten alguna otra locura. Pero así será la vida de los drogadictos totalmente inmersos, desprovista de todo encanto y mitología, deprimente hasta el punto de se te quitan las ganas de follar. Pero la peli es totalmente underground. Diría que no es una película tanto sobre la música, sino sobre la droga.
Me gusta lo que dice el crítico Peter Bradshaw, que el filme es una incisiva mirada sobre como el movimiento (punk) camuflaba disfuncionalidades (psíquicas) sin diagnosticar, el propio mánager, que ve como se autodestruye su estrella en un principio está encantado, porque "Sid era en efecto la esencia de la banda, pues representaba el nihilismo de toda una generación", su sufrimiento y su errática forma de ser sobre el escenario era rentable, en el fondo era lo que la gente pagaba por ver (hasta que se enganchó del todo a la heroína y ya ni se podía subir a un escenario). Pero en un principio era muy rentable, te muestran sin el mínimo disimulo como la industria (y los narcotraficantes) se aprovecha de la gente así, enajenada e inestable.
El farmacéutico que les dispensa la metadona, les dice en un momento dado: "El gobierno sacaba la heroína de Vietnam, porque (la heroína) era el gran controlador. Porque mantiene a la gente imbécil, cuando podría ser inteligente." Ahora ya no es tanto así, existen otras drogas camufladas y aceptadas que sedan la voluntad y el espíritu crítico de la gente, ¿las redes sociales?, que nos ofrece la tentadora posibilidad de la gratificación instantánea en forma de alimentar el ego vacío, algo que crea adicción.
Reflexionando sobre lo que dijo Peter Bradshaw, desarrollaría que existen personas cuyos cerebros son más débiles por contener menos endorfinas (por causas genéticas y factores ambientales, como traumas infantiles) por lo que tienen más dificultad para experimentar placer y se sienten impulsados recurrir a experiencias más 'extremas' para sentirse 'vivas' y son más predispuestas a caer en adicciones, mientras que otras se sienten a gusto o felices con una vida normal, rutinaria o convencional, y no necesitan de eso. Quedaría concluir por tanto que la mayoría de los seguidores de este tipo de grupos musicales, unos más que otros, son locos, que padecen un desajuste neuronal o de personalidad de diverso grado.
Los dos mantenían una relación de dependencia extrema, la característica estrella del trastorno limite de personalidad.
Impresionantes caracterizaciones de ambos, la suciedad, la locura, esas ropas rotas, esos cuerpos desnudos y tirados por los suelos, las calles sucias, el olor a mierda... Todo muy auténtico y explícito.
Como espectador quedaría preguntarse: ¿este es el paradigma soñado de libertad e independencia o sale más rentable quedarse quietecito en tu rutina y asomar la cabecita de vez en cuando y solo por un momento a los encantos de sirena con los que siempre te va a tratar encadilar el infierno?
Sí, te cuentan la historia tal y como ha pasado, pero si en un principio hay momentos en los que te ríes del panorama y alucinas con esos conciertos (y hasta te gustaría vivir la experiencia de estar en alguno), comulgas con la ácida ironía vertida, el último tercio es más de lo mismo, una agonía lenta y repetitiva. Se echa en falta algo más de desarrollo argumental, que te cuenten alguna otra locura. Pero así será la vida de los drogadictos totalmente inmersos, desprovista de todo encanto y mitología, deprimente hasta el punto de se te quitan las ganas de follar. Pero la peli es totalmente underground. Diría que no es una película tanto sobre la música, sino sobre la droga.
Me gusta lo que dice el crítico Peter Bradshaw, que el filme es una incisiva mirada sobre como el movimiento (punk) camuflaba disfuncionalidades (psíquicas) sin diagnosticar, el propio mánager, que ve como se autodestruye su estrella en un principio está encantado, porque "Sid era en efecto la esencia de la banda, pues representaba el nihilismo de toda una generación", su sufrimiento y su errática forma de ser sobre el escenario era rentable, en el fondo era lo que la gente pagaba por ver (hasta que se enganchó del todo a la heroína y ya ni se podía subir a un escenario). Pero en un principio era muy rentable, te muestran sin el mínimo disimulo como la industria (y los narcotraficantes) se aprovecha de la gente así, enajenada e inestable.
El farmacéutico que les dispensa la metadona, les dice en un momento dado: "El gobierno sacaba la heroína de Vietnam, porque (la heroína) era el gran controlador. Porque mantiene a la gente imbécil, cuando podría ser inteligente." Ahora ya no es tanto así, existen otras drogas camufladas y aceptadas que sedan la voluntad y el espíritu crítico de la gente, ¿las redes sociales?, que nos ofrece la tentadora posibilidad de la gratificación instantánea en forma de alimentar el ego vacío, algo que crea adicción.
Reflexionando sobre lo que dijo Peter Bradshaw, desarrollaría que existen personas cuyos cerebros son más débiles por contener menos endorfinas (por causas genéticas y factores ambientales, como traumas infantiles) por lo que tienen más dificultad para experimentar placer y se sienten impulsados recurrir a experiencias más 'extremas' para sentirse 'vivas' y son más predispuestas a caer en adicciones, mientras que otras se sienten a gusto o felices con una vida normal, rutinaria o convencional, y no necesitan de eso. Quedaría concluir por tanto que la mayoría de los seguidores de este tipo de grupos musicales, unos más que otros, son locos, que padecen un desajuste neuronal o de personalidad de diverso grado.
Los dos mantenían una relación de dependencia extrema, la característica estrella del trastorno limite de personalidad.
Impresionantes caracterizaciones de ambos, la suciedad, la locura, esas ropas rotas, esos cuerpos desnudos y tirados por los suelos, las calles sucias, el olor a mierda... Todo muy auténtico y explícito.
Como espectador quedaría preguntarse: ¿este es el paradigma soñado de libertad e independencia o sale más rentable quedarse quietecito en tu rutina y asomar la cabecita de vez en cuando y solo por un momento a los encantos de sirena con los que siempre te va a tratar encadilar el infierno?
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Algunos momentos que me hicieron gracia:
-Cuando Sid espera la incipiente visita de su madre, y se pone a discutir con la histérica Nancy (borrachos los dos) y acaba berreando por la calle en calzoncillos, persiguiendo a su novia en lo que pasa una señora mayor con las bolsas de la compra y saluda, emocionado, "¡Hola, mamá!"
-Cuando están cenando con la familia de Nancy, y Sid está sin camiseta y acompaña cada bocado con un trago de la botella de vodka de la que no se separa. Y el padre le pregunta (ahí se palpa la inocencia de la gente mayor, que no vivieron esta época, tan extraña y turbulenta): ¿tú que planes tienes para mí hija?
(Luego después de la cena se ponen a cantar/chillar en el salón y ya se dan cuenta por donde van los tiros, les dan a entender amablemente que se tienen que ir, a continuación hay una escena en la que los dos muestran su desconcierto por el hecho de que estos anfitriones no les quisieran más en su casa, -una gente encantadora y la comida estaba cojonuda, en palabras de Sid-.)
-Tras la promesa autoimpuesta de no meterse antes del incipiente concierto, Sid no pudo cumplir su palabra, y le vemos ensayando colocado en compañía de otro tipo. Nancy le reprimenda violentamente, pegándole en lo que gritaba: "Maldito cabrón, al menos podrías haber dejado algo para mí!"
-Cuando Sid espera la incipiente visita de su madre, y se pone a discutir con la histérica Nancy (borrachos los dos) y acaba berreando por la calle en calzoncillos, persiguiendo a su novia en lo que pasa una señora mayor con las bolsas de la compra y saluda, emocionado, "¡Hola, mamá!"
-Cuando están cenando con la familia de Nancy, y Sid está sin camiseta y acompaña cada bocado con un trago de la botella de vodka de la que no se separa. Y el padre le pregunta (ahí se palpa la inocencia de la gente mayor, que no vivieron esta época, tan extraña y turbulenta): ¿tú que planes tienes para mí hija?
(Luego después de la cena se ponen a cantar/chillar en el salón y ya se dan cuenta por donde van los tiros, les dan a entender amablemente que se tienen que ir, a continuación hay una escena en la que los dos muestran su desconcierto por el hecho de que estos anfitriones no les quisieran más en su casa, -una gente encantadora y la comida estaba cojonuda, en palabras de Sid-.)
-Tras la promesa autoimpuesta de no meterse antes del incipiente concierto, Sid no pudo cumplir su palabra, y le vemos ensayando colocado en compañía de otro tipo. Nancy le reprimenda violentamente, pegándole en lo que gritaba: "Maldito cabrón, al menos podrías haber dejado algo para mí!"