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Spain Spain · Málaga
Kaori rating:
4
Thriller. Mystery When psychiatrist Nathan Conrad discovers that his daughter has been kidnapped, the only way he can get her back is to pry critical information from the mind of a seriously disturbed teenager with a secret stuck deep in a blocked memory. The Conrads are the prototypical happy family: Nathan, a successful doctor (Michael Douglas); his loving wife, Aggie (Famke Janssen), who is bedridden with a broken leg suffered in a skiing accident; ... [+]
Language of the review:
  • es
February 22, 2013
16 of 19 users found this review helpful
Película de intriga que consigue interesar durante la primera hora para luego desvariar tanto que entra directamente en el género de comedia. Quizá negra, pero comedia en definitiva.

«Ni una palabra» arranca con un atraco y una traición, lo que da pie a una trama que abre el suspense criminal y las distintas hipótesis sobre lo que está pasando y el cómo. Gary Fleder lo lleva bastante bien, el protagonista te cae simpático, la paciente Elisabeth capta tu atención y el villano de esta historia te fascina por el mero hecho de que lo interprete un Sean Bean rubio y viril de cuarenta años esplendorosos. Yo no sé por qué le han dado siempre el papel de antagónico, y contra más malo, mejor, con el galán y el héroe que podría haber sido. Bueno, para mi lo es, que quede claro, aunque nadie se lo haya sabido reconocer.

El guión se desploma a medida que los misterios se van desvelando, convirtiéndose todo en un soberano absurdo donde los malos demuestran una torpeza digna de estudio psiquiátrico; de hecho, en diez años (¡diez!) no se les ocurre ni remotamente dónde puede estar lo que andan buscando con tantas ansias, siendo a fin de cuentas el sitio más lógico. Pero olvídate tú de lógica en «Ni una palabra», porque no se encuentra. De chiste la pelea entre el sicario negro y la mujer con la escayola (pero ¿cómo sobrevivió este tipo en la cárcel?), la confusión de los números en el cristal, el momento cantarín de la niña o todo el desenlace, donde el villano demuestra lo lento que puede ser un hombre con una pistola y lo eficiente que puede ser un doctor que nunca se ha metido en líos ni se ha peleado con nadie.

Sólo me queda añadir que si en un universo paralelo un Sean Bean con el mismo jersey azul y la misma chaqueta de cuero me secuestra, ni una palabra a la policía. Pero que quede entre nosotros.
Kaori
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