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Ferdydurke rating:
5
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- es
September 20, 2020
2 of 3 users found this review helpful
Gazpacho. Mambo. Encubridora. El síndrome de Estocolmo.
Es simpática y tiene gracia, pero acusa un gran problema, su parte melodramática infumable, todo lo relacionado con Fernando Guillén es increíblemente lamentable, no se puede creer que semejante mujer, la gran Maura, beba los vientos, pierda los papeles y haga continuamente el ridículo por tal mequetrefe, la vida en muerte, y ya ni hablar de que otras dos mujeres anden también locas tras sus tristes pasos, bueno, Almodóvar, ya vale, todo eso tan innecesario, aburrido y tonto nos lo podías haber ahorrado y te lo hubiéramos agradecido eternamente, uno tiene que dedicarse a lo que mejor sabe hacer y sus carencias esconder, nunca lucirlas orgullosamente ni mucho menos potenciarlas alegremente, no al revés, si tus dramones son penosos y risibles, pues a otra cosa, hermosa, si tus aventuras, acciones y explicaciones son inverosímiles y tediosas, todo ese andamiaje artesanal de giros de guion que tan mal se te da, pues tampoco, si tus alusiones u homenajes culturales chirrían, los metes con calzador, a presión, pues dedícate a lo que mejor sabes hacer, a las bromas, las conversaciones, los chascarrillos, los cotilleos, los dimes y diretes de esas estupendas mujeres, basta ya de andar las pobres todo el santo día en celo tras esos poco hombres que no las quieren, para de hacerlas llorar y padecer, que se alegren más.
Los colores y los brebajes, María Barranco, Rossy de Palma y el alquiler de ese estupefaciente ático, todo ese costumbrismo divertido, no los mensajes, los doblajes, las llamadas, los quejíos y por él me muero.
Más terroristas chiitas folladores y menos amantes bandidos españoles.
Tiene sentido del ritmo y de la pequeña maravilla, es fresca, chispeante, energética, como el tinto de verano, el red bull y el champán francés, solo le falta echar lastre, eliminar materia sobrante, adelgazar un poco, darle otra vuelta, agitarla un poco, que no nos maree.
Carmen, María y Rossi están fabulosas, sobre todo la primera, inmensa actriz, Julieta también bien, los hombres menos, a pesar de ese policíaco encuentro al retortero del gazpacho narcotizante que es muy agradable y delirante.
Es simpática y tiene gracia, pero acusa un gran problema, su parte melodramática infumable, todo lo relacionado con Fernando Guillén es increíblemente lamentable, no se puede creer que semejante mujer, la gran Maura, beba los vientos, pierda los papeles y haga continuamente el ridículo por tal mequetrefe, la vida en muerte, y ya ni hablar de que otras dos mujeres anden también locas tras sus tristes pasos, bueno, Almodóvar, ya vale, todo eso tan innecesario, aburrido y tonto nos lo podías haber ahorrado y te lo hubiéramos agradecido eternamente, uno tiene que dedicarse a lo que mejor sabe hacer y sus carencias esconder, nunca lucirlas orgullosamente ni mucho menos potenciarlas alegremente, no al revés, si tus dramones son penosos y risibles, pues a otra cosa, hermosa, si tus aventuras, acciones y explicaciones son inverosímiles y tediosas, todo ese andamiaje artesanal de giros de guion que tan mal se te da, pues tampoco, si tus alusiones u homenajes culturales chirrían, los metes con calzador, a presión, pues dedícate a lo que mejor sabes hacer, a las bromas, las conversaciones, los chascarrillos, los cotilleos, los dimes y diretes de esas estupendas mujeres, basta ya de andar las pobres todo el santo día en celo tras esos poco hombres que no las quieren, para de hacerlas llorar y padecer, que se alegren más.
Los colores y los brebajes, María Barranco, Rossy de Palma y el alquiler de ese estupefaciente ático, todo ese costumbrismo divertido, no los mensajes, los doblajes, las llamadas, los quejíos y por él me muero.
Más terroristas chiitas folladores y menos amantes bandidos españoles.
Tiene sentido del ritmo y de la pequeña maravilla, es fresca, chispeante, energética, como el tinto de verano, el red bull y el champán francés, solo le falta echar lastre, eliminar materia sobrante, adelgazar un poco, darle otra vuelta, agitarla un poco, que no nos maree.
Carmen, María y Rossi están fabulosas, sobre todo la primera, inmensa actriz, Julieta también bien, los hombres menos, a pesar de ese policíaco encuentro al retortero del gazpacho narcotizante que es muy agradable y delirante.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Qué mala actriz era Ana Leza, la novia del motorista del infierno y primera mujer del Banderas, que tampoco el pobre aquí anda muy fino, y qué majo ha sido siempre Montesinos, muy desaprovechado por el cine español que encumbra a negados y niega el pan y la sal a otros mucho más acertados.