Desde que nos sorprendió, hace ya 20 años, con "El sexto sentido", de Shyamalan siempre esperamos algo diferente, sorprendente. Y el director indo-estadounidense siempre cumple para bien o para mal. Y en su irregular curriculum fílmico hay tantas de cal como de arena. A mi juicio esta que nos ocupa forma parte del material de construcción malo sea cual sea, la cal o la arena, que la cosa no acaba nunca de estar clara. Como la crítica. A la internacional no le ha gustado y a la patria le ha encantado.

Shyamalan ha decidido alargar la buena acogida de "Múltiple" (2016) en la que ya fue previsor con esa aparición final de Willis y así cerrar la trilogía que comenzó con la notable "El protegido" (2000). Una particular versión sobre el mundo de los cómics y los superhéroes alejados de las mallas de licra a mayor gloria de las interpretaciones de Jackson y McAvoy, que son los únicos que mantienen la dignidad en esta definitiva entrega donde el guión del propio director no acaba de acertar con la originalidad de la propuesta.

La primera hora es banal y aburrida y en la segunda si uno no ha desconectado ya la cosa se anima pero sigue siendo repetitiva y acaba mal rematada, con un final simplón con pretensiones. Después de todo, el plan de la "Mente maestra" no era para tanto y su "victoria" no deja de ser pírrica.

cineziete.wordpress.com