Una de las comedias románticas más míticas del género.
Divertida, original, estupendamente actuada y aún mejor escrita. Harry y Sally nos enseñan cómo son y quiénes son con cada palabra del diálogo.
El guión está perfectamente planeado y ejecutado. No solo muestra a la perfección las diferencias entre los personajes principales -que refleja aquellas entre mujeres y hombres, en general- si no que es chistoso de una manera para nada convencional y sencilla, más bien siendo inteligente y honestamente divertido.
A estos diálogos hay que sumarle la química que hay entre Crystal y Ryan, y por supuesto, la improvisación de estos actores veteranos en el género.
Es una historia de amor que mezcla sexo, amor y amistad y una sobresaliente dirección en la ciudad de Nueva York. ¿Qué más se puede pedir?
Sí, es una comedia romántica. No, no es de Woody Allen. Tiene todas las papeletas para ser descartada y menospreciada por más de la mitad de la población, además de las principales galas de premios (aunque el guión recibió una nominación al Oscar por mejor guión original, ya dije que es estupendo). Sin embargo se aleja de las convenciones y los clichés que dan mala fama a este género, y acabará gustando a cualquiera, por que así es de agradable y cariñosa esta cinta.
Simplemente una de las grandes joyas de la historia del cine.