Película que sigue con la estela de las producciones que salen premiadas o mencionadas en el festival de Sundance, una gran película. Queda una vez más demostrado que es posible hacer películas de un alto nivel con un presupuesto razonable. Simplemente una historia sobre la amistad sin pretensiones ni alardes de discursos profundos.

Realmente la cinta resulta entretenida de principio a fin y el grado de implicación e interés por parte del espectador va incrementando hasta alcanzar el final. Es difícil no emocionarse o sentirse identificado o al menos mostrar cierta empatía hacia los personajes, los dos niños que realizan una buena actuación, vamos que para no emocionarse uno tendría que tener el corazón de piedra.

Personajes carismáticos, situaciones delirantes, amistad, en fin, un cinéfilo debe ver esta película y pasar unos 96 minutos de lo más entretenido. Hay que ver cine diferente, excéntrico, esta película es un soplo de aire fresco...