Pensando que no era una más del montón y leyendo buenas críticas, por ejemplo a Carlos Boyero, que dice: "Luz, excentricidad, gracia y ternura", aunque precisamente de este crítico no me fío mucho, vamos, que tenemos gustos diferentes.

A mí no me gustó nada en esta comedia pesada, absurda, con un penoso sonido (vamos que al de las pastillas no le entendía una), otro rollo malo infumable, de los que estás deseando que acabe, aunque reconozco que yo terminé antes dormida. No ví el final, ni me interesa.

Está claro que el cine español no vale para hacer comedias. Todas las películas son iguales, no son frescas, las frases de siempre, intentando hacer gracia con diálogos cutres.


Para mí, un petardo.

El único que se salva es Raul Arévalo. Lo ví en "Los girasoles ciegos" y me gustó. Aqui con un papel completamente distinto, llama la atención igualmente. Es un actor que te engancha.