La vida de Adéle...que decir de la vida de Adéle que no se haya dicho ya. Simplemente, que es verdaderamente la vida de Adéle, sin mas, ni música para adornar los silencios ni finales felices llenos de esperanza, porque la vida no es así. En nada se parecen las típicas películas románticas a esta, visceral y autentica. Adéle llora, se siente sola, comete errores, y le pasan factura pues algo que muestra la película es que las relaciones , o simplemente la vida, no son fáciles. Vivimos en una eterna cuerda floja, nuestra existencia no es mas que una sucesión de malabarismos, intentando mantener el equilibrio, por que sabemos que si caemos, no volveremos al lugar donde estábamos.
No es una película que te haga reflexionar pero si , al terminar , te deja la sensación de que estas viviendo. Me explico. Normalmente las películas muestran y cuentan historias alejadas de la realidad, con personajes perfectos con una capacidad para perdonar que pocas o ninguna persona real posee, sin embargo aquí la conexión con los personajes es instantánea porque han conseguido algo verdaderamente difícil, existir. Ser reales, sin mas.
Mientras ves la vida de Adéle no puedes evitar pensar en la tuya propia, buscando semejanzas y diferencias , dándote cuenta que lo mismo te podría pasar a ti.
En definitiva, la vida de Adéle consigue hacerte sentir, vivir la película.
Todos los que han participado en su realización se pueden sentir plenamente orgullosos, excelente trabajo, nada que añadir.