A pesar de que la protagonista es sospechosamente parecida a nuestra pavisosa favorita, es cierto que Warm bodies no es Crepúsculo: es una película que puede verse perfectamente sin sufrir espasmos colónicos o instintos homicidas. Aunque encierra alguna idea interesante (mostrar el punto de vista de un no muerto), las dos únicas formas lógicas de desarrollarla eran:
- Presentar un Universo zombie coherente, desarrollar una mitología sólida y hacer una contribución seria al género.
- Hacer una sátira descacharrante sobre este tipo de cine.

Pues, bien, el fracaso en ambos frentes es mayúsculo, y la razón es que hay un romance adolescente (estúpido y autorreferencial, como no podía ser de otra manera) que debía incluirse, de modo que se esfuma cualquier posibilidad de hacer un producto interesante. Respecto al primer punto, el Apocalipsis que se nos presenta es básicamente una m*, pues los zombies en sí son absurdos, las división en subespecies arbitraria y el proceso de "humanización" que sufren una contínua vergüenza ajena y un disparate de guión: está todo tan mal articulado que se ha perdido, de una tacada, a todos los amantes del género. Respecto al segundo, aunque el comienzo tiene algún apunte juguetón, dura poco y es sustituido por un discurso del tipo "todo el mundo es güeno y el amor lo cura todo" que chirría y conduce a un final abradacadabrante, y lo que es peor, muy previsible: con ello hemos perdido también a los que buscaban algo de diversión.

¿Y qué queda entonces?: simplemente un ñoño tira y afloja entre dos guaperas de turno en el que John Malkovich lee lo suyo y coge el cheque, y que mancilla tres generos en una sola película. Y eso tiene mérito.