Es difícil hacerle la competencia a Pixar si tu rival saca películas cada vez mejores y aclamadas por la crítica (véase: siempre ganan el Oscar de animación y se cuelan en la categoría de mejor película). Pero de aquí a un par de años, será por el empeño en hacer secuelas o será que ya no las hacen tan redondas como antes, otros estudios están colando productos muy saludables y entretenidos para los más grandes y para los más pequeños. No serán películas tan redondas como ‘Buscando a Nemo’ o ‘Up’, pero vaya si funcionan. Es el caso de ‘Gru: Mi villano favorito’, cuyos productores con esta secuela dan en el clavo.

Tras el final de la primera entrega, Gru ahora decide aparacar su lado más malvado para cuidar de las encantadoras (que no ñoñas, ¡aprended resto de producciones!) chicas. La lógica hace que ahora las crías quieran buscarle una compañera de aventuras a Gru y volverle a meter, de algún modo, en el juego de los villanos y los héroes. Así, de una manera muy sencilla, sin complicarnos mucho las cosas, las piezas van encajando para ofrecer una secuela a la altura de su predecesora.

Si tienes la suerte de crear un mundo de fantasía para una producción infantil con personajes tan carismáticos como los minions, amigo director/productor/guionista tienes el trabajo hecho. Solo tendrás que darles más juego en la secuela. Y eso es lo que sucede aquí. Los minions, criaturas la mar de divertidas y jocosas se convierten en los robaplanos de la historia, pero desaparecen en el momento justo para que no estés pendiente de lo que hacen en todo momento y no sigas el hilo central de la acción. Los secundarios son importantes sí, pero no roban el protagonismo a la historia.

Buena secuela, grandísimos minions.

Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com