Por unas razones o por otras, la secuela de ‘Misión: Imposible’, visto el grandísimo éxito que cosechó y que catapultó definitivamente a Tom Cruise como estrella mundial, tardó demasiado tiempo en llegar para lo que Hollywood nos tiene acostumbrados. Con Brian de Palma bajándose del carro por sus diferencias con Cruise, él y Paula Vagner tomaron el control absoluto de la, a partir de ese momento saga y se dejaron influenciar por dos factores clave en aquel momento: ‘Matrix’ y la elección de su nuevo director.

Pero, claro, si uno ve ‘Misión: Imposible 2’ se da cuenta enseguida de que las influencias no pegan ni con cola y que son de lo más innecesarias. La acción es fruto de la mente del director John Woo, que quiso dejar su sello en la saga en una época en la que las puertas de Hollywood las tenía abiertas de par en par tras el gran éxito que supuso ‘Cara a Cara’ y a veces esto se le termina por ir de las manos, como vimos a partir de entonces. Se vino muy arriba, con esa acción tan asiática de la que Cruise estaba enamorado. Debería haberse refinado un poquito más.

Luego, ese estilo, con gafas de sol, chupa de cuero y cámara lenta en escenas de acción que parece sacado directamente de la mente de los hermanos Wachovski no viene a cuento. Es un guiño a los nuevos tiempos en un contexto que no es el suyo. Hasta la banda sonora, con ese toque metalero y con Limb Bizkit haciendo su propia versión del soundtrack principal sigue la misma línea.

Es curioso este hecho porque si uno ve lo fantástica que era la película original, se da cuenta enseguida de que no necesitaba ningún factor adicional para funcionar. Es más, la trama del filme, la del virus y su cura, es lo suficientemente fuerte como para dar pie a una secuela sostenible a la que, quizás, la falta una pequeña set piece más de acción durante su primera hora, bastante planita. El juego de máscaras, con un villano capaz de imitar al héroe y hacerse pasar por él resulta estimulante, aunque no se le saque todo el partido posible.

Notablemente inferior a la película original, no todo van a ser pegas. Con todo y con eso es una película sumamente entretenida, que cumple los cánones del mejor cine veraniego, con algún puntito de humor agradecido y con un final repleto de persecuciones, batallas y explosiones. El carisma de Cruise tira para adelante la producción, aunque su Hunt se quede un pelín estancado.

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