Vuelve Robert Downey Jr. y su prótesis de alta tecnología, o lo que es lo mismo, Iron man, un tándem que asegura espectacularidad y una gran actuación. Cierto es que esta segunda parte queda un poco lejos de lo que fue su presentación, aún así, vuelve a asegurarnos un grato entretenimiento. Con un personaje grotesco y con un sentido del humor muy peculiar, pero con un gran encanto. Las escenas de acción son buenas, en especial la pelea entre Iron Man y su amigo Rhodey. La banda sonora de AC/DC y la música de Daft Punk son otros dos grandes aciertos. En cuanto al resto de las actuaciones, bien en líneas generales con un Sam Rockwell y Mickey Rourke algo por encima del resto en sus papeles de villanos.

No podríamos concebir a Iron man sin Robert Downey Jr., ni a este sin su armadura, sería impensable una saga de este héroe si no estuviera este grandísimo actor detrás. Un secundario del Universo Marvel convertido en un primerísima fila, un alarde de superhéroe.