Tengo que reconocer que he empezado a verla, y cuando llevaba cinco minutos he pensado "Pero esto que coño es..." vacilones, malotes, carreras de motos, por un momento me parecía estar viendo una versión insulsa de "A Todo Gas" versión motera.

Todos sabíamos que Mario Casas no tiene un registro interpretativo demasiado bueno, o que siempre hace del típico malote guaperas, pero es que su papel en esta película no tiene ni nombre.

Guaperas, chulito, malote, creido, maleducado, violento, y todos los adjetivos peyorativos que podáis imaginar se quedan cortos, pero por casualidades de la vida, la última chica de la que cabe esperar que se enamore de un chico como ese, lo hace.

Y a partir de ahí y olvidando toda la primera parte poligonera de la película nos queda una historia de amor bastante potable y bastantes minutos de ver a Maria Valverde con poca ropa, y eso quieras que no ayuda a seguir viendo la película (idem para el público femenino pero con Mario Casas)

La parte final no me gusto nada, y es que ni tiene un buen final, ni esperaba que lo tuviera.

En resumen: la salvo de la hoguera por la guapísima Maria Valverde, y por la fotografía que es bastante decente.