Este instrumento rojo, tocado por la mano de Dios, ¿qué es lo que pasó, quién se ofendió?

Un objeto, ligado al futuro de una mujer, perdición para unos, lujuria para otros, sinuosas formas, sonido perfecto...

El dinero lo compra todo y un pedazo de madera, que ha naufragado a lo largo de los siglos, puede esconder demasiados recuerdos, nunca lo suficientes sentimientos, siempre presente, nunca del todo protagonista, pero con el dinero sólo se comprará la madera, nunca se llegará a mostrar su verdadera esencia, por muchas bellas melodías que se le consigan arrancar.

La vida y la muerte están ligadas a la humanidad, pero los objetos perdurarán siempre y cuando la humanidad se preocupe de su futuro... para ellos sólo existe la vida o el olvido.

Todas las historias a las que está ligado el violín nos quieren transportar a un mismo punto, un nuevo futuro, un nuevo dueño que le aporte una nueva historia, ¿quién será el mejor postor?

Sin duda la música es apasionada, el sonido es tan especial como la sensibilidad de quien puede producirlo, pero a cada una de estas leyendas ligadas al violín rojo, les falta pasión, todo está muy contenido, demasiado disperso, la música es profunda, y es lo que le ha faltado transmitir a las imágenes.

Pero lo poco que aporta cada historia, consigue que sea un conjunto correcto, puede que incluso estimulante, y definitivamente suficiente.