El mundo del hip-hop, entonces en virulenta guerra dialéctica entre la facción de la costa Oeste y la de la costa Este, nunca volvió a ser el mismo tras los asesinatos casi consecutivos de sus dos máximas figuras, Tupac Shakur, conocido como 2Pac, y Christopher Wallace, aka The Notorious B.I.G. o "Biggie". Ambos asesinatos, prácticamente idénticos y separados por sólo unos pocos meses, aún están sin resolver.
Una historia apasionante, la de la rivalidad entre los raperos y las discográficas de ambas costas, y Ciudad de mentiras pierde un poco la oportunidad de haber retratado esta rivalidad de forma interesante en la pantalla. Por contra, la narración se centra solo en la investigación policial, a modo de flashbacks, llevada a cabo por el agente Russell Poole, a quien da vida un Johnny Depp perfectamente maquillado y muy cómodo en el rol de hombre ya mayorcito (es decir, la edad que tiene la estrella de Piratas del Caribe), y el resultado es una película con puntos interesantes, pero algo irregular en su ritmo y, sobre todo, que aprovecha poco las turbulentas vidas de 2Pac y Biggie, que deberían haber aparecido como personajes en una película que, ya de por sí, está contada a través de flashbacks, como decíamos.
Interesante, pero desaprovechada.