Angelian Jolie recién salida de ganar un Oscar bien merecido por su inolvidable Lisa Rowe de Inocencia Interrumpida. ¿Qué es lo que se puede hacer después de éso? Pues parece que no se le ocurrió otra cosa que meterse en este BODRIO con todas sus letras que fue Tomb Raider.
Algún día alguien se atreverá a preguntarle directamente a Jolie por qué, salvo excepciones (El intercambio y algo más) lleva años viviendo de las rentas de su Oscar y por qué jamás su carrera ha seguido por los muy prometedores derroteros por los que iba en los años 90, cuando ganaba Globos de Oro por películas de TV como Gia o George Wallace, pero mientras tanto lo que hay que decir aquí y ahora es que Tomb Raider fue mala. Muy mala. Si le pongo dos estrellas es por la presencia de los siempre estimulantes Noah Taylor, Daniel Craig e Iain Glen, pero nada más. No se trata de pedirle peras al olmo ni de exigirle a ala arqueóloga conflictos shakespearianos. Pero sí se trataba de que nos entretuviera con una aventura bien planteada, y éso no lo consiguió, por las sencillas razones de que el guión es una basura que no tiene por dónde lo coja un perro... y sobre todo porque lo más importante de la película es dejar claro a cada momento que Angelina Jolie está muy buena. Y así no hay Dios que se centre en hacer una película mínimamente decente.

Lo mejor: Los tres actores antes citados.
Lo peor: Jolie está para matarla, pero es que encima la película es aburrida y absurda.