Producto de su época, un tanto alejado de sus mejores tiempos, no en vano las décadas de los 40 y 50 del siglo pasado fueron los mejores para el cine de "santos", esto es, biografías de hombres y mujeres que llegaron a los altares debido a su fervor religioso e incluso por sus milagros. Un producto inserto en el nacional-catolicismo del régimen del general Franco.

Lo mejor son sus espléndidos intérpretes, mucho/a de ellos/as de lo mejor del cine español de la época, sobre todo en el apartado de actores/actrices "de reparto", a los que yo comencé a admirar viéndoles, sobre todo, en el inolvidable "Estudio 1" de TVE.

La película se sigue bien, se nota que hay mucho de inventado en el argumento, pero el fondo está claro, ensalzar la vida de una joven que creó huella y dio paso a las visitas a Lourdes, a donde van, con esperanza, las personas que necesitan sanar de sus heridas, tanto físicas como mentales.

La realización de Klimovsky, en efecto, poco antes de comenzar con sus euro westerns, es convencional pero eficaz, logrando entretener, que no es poco.

Por lo demás, no es nada del otro jueves.
Se ve sin problemas, pero no deja huella.

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