Average rating
6.2
Ratings
1,814
Reviews
21
Lists
62
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
-
Share his/her profile
GeorgeBailey rating:
5
4.9
106
Drama
A film based on the inspiring true story of salesman-turned-pastor Michael Spurlock (John Corbett), the tiny church he was ordered to shut down, and a group of refugees from Southeast Asia. Together, they risked everything to plant seeds for a future that might just save them all.
Language of the review:
- es
January 6, 2018
2 of 3 users found this review helpful
El título que le he dado a esta crítica hace referencia a la célebre respuesta de Cristo a Satanás cuando quiso tentarlo con una necesidad física tras su ayuno: "Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios." (Mateo 4:4) Pues bien, esta película habla solo del pan.
Tenemos una iglesia (episcopal), tenemos un padre/pastor, tenemos unos fieles. Se supone que el fundamento de su fe es la salvación espiritual a través del sacrificio expiatorio de Jesucristo. También se supone que los fundamentos de su fe se basan en las Escrituras. Sin embargo, durante las casi dos horas de metraje apenas se menciona el nombre de Cristo de forma superficial, y de la boca del "pastor" o de los fieles de dicha iglesia no sale apenas una cita bíblica, no vaya a ser que se espante a buena parte de los espectadores. Todo el empeño del pastor parece ser mantener en pie un edificio de piedra propiedad de una iglesia episcopal (anglicanos de norteamérica) y establecer una comunidad que acoja a unos refugiados asiáticos. Todo ello muy ecuménico, muy moderno y agradable a críticos y a ese tipo mayoritario de "cristianismo" paganizado y superficial tan en boga en la actualidad. Pan, pan y solo pan. Esa tentación satánica de que la palabra de Dios consiste solo en iglesias de piedra, ritos, hábitos, imágenes, menciones superficiales y supersticiosas a la divinidad, y, sobre todo, luchar por el bienestar propio y ajeno en este mundo. Ni una palabra sobre el pecado. Ni una palabra sobre el arrepentimiento. Ni una palabra advirtiendo de que sin Cristo el futuro del alma es una eternidad terrible por muchas buenas obras que se hagan e intenciones que se tengan.
No quiero que se malinterpreten mis palabras. No estoy juzgando los hechos reales que dieron lugar a esta película. Tal vez las vidas de las personas en que está basada eran más espirituales y más ligadas a la palabra de Dios que lo que se muestra en la película. Solo analizo un guión que considero desprovisto de la piedra angular, del fundamento, de la roca que es Jesucristo y su evangelio de arrepentimiento y salvación. Y citaré de nuevo a Cristo: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad." (Mateo 7:21-23) Preocupémonos entonces de entender y obedecer la voluntad completa de Dios (que está en las Escrituras) y de tener mucho cuidado no solo con quienes se quedan en el "Señor, Señor" sino con quienes confunden buenas intenciones o buenas obras con adorar a Dios en espíritu y en verdad tal como nos enseñó Cristo.
Pan sí, el que necesita nuestro cuerpo, pero no solo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Tenemos una iglesia (episcopal), tenemos un padre/pastor, tenemos unos fieles. Se supone que el fundamento de su fe es la salvación espiritual a través del sacrificio expiatorio de Jesucristo. También se supone que los fundamentos de su fe se basan en las Escrituras. Sin embargo, durante las casi dos horas de metraje apenas se menciona el nombre de Cristo de forma superficial, y de la boca del "pastor" o de los fieles de dicha iglesia no sale apenas una cita bíblica, no vaya a ser que se espante a buena parte de los espectadores. Todo el empeño del pastor parece ser mantener en pie un edificio de piedra propiedad de una iglesia episcopal (anglicanos de norteamérica) y establecer una comunidad que acoja a unos refugiados asiáticos. Todo ello muy ecuménico, muy moderno y agradable a críticos y a ese tipo mayoritario de "cristianismo" paganizado y superficial tan en boga en la actualidad. Pan, pan y solo pan. Esa tentación satánica de que la palabra de Dios consiste solo en iglesias de piedra, ritos, hábitos, imágenes, menciones superficiales y supersticiosas a la divinidad, y, sobre todo, luchar por el bienestar propio y ajeno en este mundo. Ni una palabra sobre el pecado. Ni una palabra sobre el arrepentimiento. Ni una palabra advirtiendo de que sin Cristo el futuro del alma es una eternidad terrible por muchas buenas obras que se hagan e intenciones que se tengan.
No quiero que se malinterpreten mis palabras. No estoy juzgando los hechos reales que dieron lugar a esta película. Tal vez las vidas de las personas en que está basada eran más espirituales y más ligadas a la palabra de Dios que lo que se muestra en la película. Solo analizo un guión que considero desprovisto de la piedra angular, del fundamento, de la roca que es Jesucristo y su evangelio de arrepentimiento y salvación. Y citaré de nuevo a Cristo: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad." (Mateo 7:21-23) Preocupémonos entonces de entender y obedecer la voluntad completa de Dios (que está en las Escrituras) y de tener mucho cuidado no solo con quienes se quedan en el "Señor, Señor" sino con quienes confunden buenas intenciones o buenas obras con adorar a Dios en espíritu y en verdad tal como nos enseñó Cristo.
Pan sí, el que necesita nuestro cuerpo, pero no solo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
Las actuaciones y la escenografía no parecen muy de acuerdo a la realidad (o quizás sí, lo que sería peor aún). La iglesia tiene una deuda enorme y van a cerrarla (habría que saber de dónde viene tanta deuda), pero el pastor sigue viviendo en una casa que no es precisamente la de quien está pasando necesidad. En todo momento el pastor y su familia parecen desconectados entre la realidad de la supuesta pobreza en la que está su iglesia y su situación personal acomodada. Pero, qué curioso, los refugiados asiáticos sí viven en una especie de cuarto que podría ser un trastero. Claro, sería mucho sacrificio que el pastor y su familia los acogieran en su bonita, enorme y confortable casa. O, mejor aún, que se fueran a vivir con ellos. O que los fieles hicieran lo mismo. ¿No dice la palabra de Dios que el más importante debe hacerse siervo? En su lugar, los que se supone deben ser más siervos siguen viviendo en sus confortables casas mientras meten a los refugiados en un trastero y los usan para que trabajen gratis en una plantación. Y luego el pastor, que tras "trabajar incansablemente" en el campo sigue estando igual de blanco y con el peinado y el cutis de un actor de Hollywood, se llena de ira porque Dios les manda lluvias torrenciales o les impide concluir la venta de lo cosechado. Ni un simple "hágase tu voluntad" se escucha a lo largo del filme. Solo reacciones airadas y el jefe de los refugiados asiáticos llorando porque se pudrió la cosecha. No parece un testimonio muy adecuado.