Ayer me dio por ver una película del ciclo Stephen King. Siempre me ha gustado este escritor de novelas de misterio sobrenatural, y me dije: "¡Vamos a darle una oportunidad a "El Cazador de Sueños!".

Y bueno... No era lo que me esperaba. Pero tampoco fue una catástrofe. Me explico.

La parte argumental es tan absurda y abstracta, que se le acaba cogiendo cariño. Demasiados giros espontáneos de guión, pero vamos... no es el fin del mundo tampoco. Es aceptable y tiene una cordura regular.

Otra parte a tener en cuenta y que me llamó la atención fue la caracterización y el maquillaje en general. Al gran Morgan Freeman lo transformaron en una especie de pingüino de penacho amarillo con muy mala leche.

Los efectos especiales son pasables, tampoco destacan, pero se dejan ver. Lo que me gustaron de ellos son ese aire de misterio que envuelven a las grandes películas de éste género.

La actuación de Damian Lewis es de las más destacadas. Quitando su interpretación de personalidad múltiple, los demás personajes aprueban raspando. Incluido Morgan Freeman.

En resumidas cuentas, Stephen King es un genio de la novela de terror, pero ésta película no le hace justicia. Sólo entretiene.