Una de mis películas favoritas, a la que guardo en mi corazón con mucho cariño por dos razones importantes, porque fue una película que hace mucho tiempo vi junto a mi hermano mayor y le recomendé verla (sin tener la más remota idea de que se trataba)y nos encanto a ambos; Y porque es una versión bastante verosímil de la segunda guerra mundial, un fino análisis humanista sobre el mismo, sobre el sin sentido que significa estar en medio de un conflicto.

Presumo que hay mucho de verídico en el crudo relato que muestra el director Samuel Fuller sobre un grupo de soldados (del bando aliado) que deberá sumergirse en varios frentes de batalla durante aquel trágico conflicto, y digo esto porque algunas situaciones bien podrían haber sucedido de verdad; existe en todo momento un "soplo de verosimilitud" en lo que estamos viendo que nos vuelve parte de lo que esta pasando. Nos volvemos "uno más" de este particular pelotón (conocidos como "los jinetes") que al final del día solo tienen dos objetivos en común, cumplir con su respectiva misión diaria y "si se puede" sobrevivir a la misma.

Otro punto sobresaliente es la forma en como nos presentan a los miembros principales del reconocido escuadrón "Big Red One". No estamos frente a tipos rudos, hiper-violentos o ultra-conservadores casi invencibles con cuerpos de gimnasta olímpico, no, no y no. Son personas de carne y hueso, con sueños, debilidades y miedos a quienes les ha tocado enfrentar un problema que los supera en todos los niveles y al que cada misión se niegan ser doblegados, física y moralmente. Y es que además vemos el otro lado de la batalla, es decir a parte del bando alemán que reniega y se cuestiona por las atrocidades que están cometiendo, porque al igual que sus "rivales", solo están "cumpliendo órdenes" también.

Dentro del reparto el nombre que más llama la atención es sin duda el eterno Lee Marvin, que vuelve a "vestir de uniforme militar" y se luce en cada una de sus apariciones. A su lado se dejan ver unos jóvenes Mark Hamill, Robert Carradine, Bobby Di Cicco y Stéphane Audran, increíbles todos. De soporte también aparecen Siegfried Rauch, Kelly Ward, Charles Macaulay, Alain Doutey, Maurice Marsac, Guy Marchand y Serge Marquand.

Una película poderosa y que definitivamente seguiría recomendando como la primera vez.